La Seu d`Ègara formada por el Conjunto Monumental de las Iglesias de San Pedro de Terrasa se compone por varias edificaciones que datan desde el siglo IV hasta la actualidad, engloban el arte románico catalán y han disfrutado de varias intervenciones durante todo el período , siendo una de las más recientes la del arquitecto Josep Puig i Cadafalch a principios del s.XX.
En los años noventa se inició la redacción de un Plan Director del Conjunto para recuperar la arqueología y de la que deriva las intervenciones realizadas. Las restauraciones de las iglesias de San Miguel, Santa María, y San Pedro corresponden a la Sección de Restauración y Consolidación del Patrimonio Cultural Inmueble de la Generalidad de Cataluña.
Sin embargo se ha equipado el conjunto con la ampliación y reforma de la Vicaría aprovechando restos de la Antigua Catedral y urbanizando el entorno del conjunto respetando la arqueología que la genera, obra dirigida por Pere Riera (RGA Arquitectes) y finalista de los premios FAD de 2009 en el apartado de Ciudad y Paisaje.
La propuesta de instalaciones diseñada para AIA Instalaciones Arquitectónicas, en consonancia a la propuesta arquitectónica, utiliza como eje vertebrador la iluminación de los espacios respetando el valor de los restos arqueológicos. Para este objetivo se han empleado las tecnologías más avanzadas encaminadas a lograr un ahorro energético considerable por el bajo consumo de las fuentes utilizadas (LEDs de alto rendimiento) y un sistema de gestión centralizado que permite un uso racional de los recursos disponibles en cada uno de los espacios, optimizando así el control del conjunto según la tipología de los actos que se realicen con diferentes escenas de iluminación. Destacar que estas tecnologías reducen el coste de mantenimiento.
Por la singularidad de los edificios el criterio general ha sido minimizar los elementos terminales con módulos compactos que integran las diferentes instalaciones, relativizando así el impacto visual de la intervención arquitectónica y logrando que sea la propia luz artificial conjuntamente con la natural que defina los diversos volúmenes que la compone.
Cabe destacar entre otras cosas el aprovechamiento de una luminaria existente de Puig i Cadafalch incorporando en su interior fuentes de luz de última generación que permite mantener su estatus inicial y añadir otras nuevas diseñadas para EIA para la iluminación iluminación de la gran variedad de espacios y restos arqueológicos en cuanto a forma y valor histórico.