La sala principal adquiere hacia la nueva trama urbana inventada, una fachada representativa ante un espacio de 30 metros de longitud y 6 metros de altura, que, gracias a la luciérnaga que la cubre, consigue parecerse casi a un exterior , que permite reconocer la sala de representaciones y poner énfasis, esencial protagonista de este proyecto. La sala cuenta con un aforo para 600 espectadores. Un gran techo ondulado de madera y muy dinámico acompaña el espacio desde su entrada hasta el escenario, con una imagen cálida y espectacular. La excelente calidad acústica permite que se realicen espectáculos de medio formato con una respuesta adecuada.
Desde la plaza del teatro se articula el resto del espacio. Una escalera-alfombra de granito negro comunica con una planta sótano con la que comparte la gran altura del vestíbulo y su tragaluz. Alrededor de esta escala, se organizan las salas de ensayo y de trabajo para grupos y asociaciones artísticas. La calidad de la iluminación natural permite que el espacio no sugiera nunca la sensación de estar en un sótano, sino todo lo contrario: se convierte en una planta baja virtual, prolongación de la calle principal de la plaza.